En Galileo Scientific no solo vendemos equipos de laboratorio de segunda mano; los transformamos para que estén listos para rendir al máximo en su nueva vida. A diferencia de otras plataformas y proveedores que se limitan a revender equipos usados sin verificar su estado, en Galileo nos comprometemos con equipos reacondicionados profesionalmente, revisados, puestos a punto y validados por técnicos especializados. Este compromiso se materializa en nuestro “método Galileo”: cada equipo es sometido a un riguroso proceso técnico y estético, y además cuenta con una garantía de un año que respalda nuestro compromiso con la calidad y el servicio.
Y muy pronto, gracias al desarrollo de nuestro nuevo portal de cliente, cada comprador podrá acceder a toda la información técnica y visual del equipo que ha adquirido, con total transparencia.
Paso 1: evaluación inicial del equipo
Todo comienza con una inspección general tras la recepción del equipo, el cual se revisa su estado estructural y se comprueba que no presente daños visibles ni deformaciones que afecten a su integridad, y se evalúa también desde un punto de vista estético: buscamos golpes, roces, óxido, desconchados o cualquier señal de desgaste que indique la necesidad de reparación o restauración.
También verificamos si el equipo incluye todos los elementos y accesorios necesarios para su funcionamiento, como cableado, módulos, manuales o unidades de control. En caso de disponer del historial de mantenimiento, se analiza para conocer el uso y estado previo del aparato.
Por último, se realiza una prueba básica de encendido y se comprueba que responda a funciones elementales como el ajuste de temperatura, velocidad, o medición, según el tipo de equipo. Con esta información se emite un diagnóstico preliminar que clasifica el equipo como apto o no apto para ser reacondicionado.
Paso 2: reacondicionamiento técnico y estético
Con el diagnóstico en mano, se determina el tipo de intervención que necesita el equipo. Este proceso puede seguir dos rutas:
Mantenimiento preventivo (para equipos aptos):
Los equipos que ya cumplen con los requisitos mínimos reciben un mantenimiento interno: se limpian a fondo, se ajustan parámetros técnicos y se reemplazan piezas que muestran desgaste o riesgo de fallo.
Reparación (para equipos no aptos):
Cuando un equipo presenta fallos, se procede a su reparación. Esto implica sustituir piezas defectuosas, calibrar funciones críticas y repetir todas las pruebas básicas hasta que el equipo sea considerado apto.
En paralelo, se realiza un reacondicionamiento estético. Este paso es clave para devolver al equipo un aspecto profesional y digno de su nuevo destino. Se limpia en profundidad la carcasa, se corrigen golpes o marcas y, si es necesario, se repinta para asegurar una presentación impecable.
Paso 3: verificación de funcionamiento
Superado el reacondicionamiento, cada equipo pasa a una fase de verificación técnica avanzada, con pruebas adaptadas a su categoría funcional y basadas en protocolos inspirados en normas ISO de calidad. Así, por ejemplo, un horno de secado o un ultracongelador se validan mediante ensayos térmicos, una cabina de flujo laminar mediante medición de la velocidad del aire y contaje de partículas, una centrífuga con pruebas de velocidad, y un espectrofotómetro mediante el uso de filtros calibrados para comprobar su precisión de lectura, donde cada equipo queda documentado con un informe funcional que respalda su rendimiento y fiabilidad, cuyos resultados estarán próximamente disponibles para consulta directa a través de nuestro portal de cliente.
Paso 4: limpieza y descontaminación
El siguiente paso es garantizar que el equipo no solo funcione bien, sino que también esté libre de cualquier tipo de contaminante. Esta fase incluye una limpieza integral, tanto del exterior como del interior del aparato, utilizando métodos específicos en función de la naturaleza del equipo.
Aplicamos soluciones descontaminantes como DECON9, formalina y otros agentes adaptados a cada caso, un proceso que es especialmente importante para equipos que hayan sido utilizados en entornos biológicos, farmacéuticos o clínicos.
Paso 5: verificación final y presentación
Antes de mostrar el equipo al público, realizamos una verificación final, donde nos aseguramos de que todos los sistemas funcionan de manera estable y coherente. Además, se lleva a cabo una sesión fotográfica profesional que permite documentar el estado final del equipo y presentarlo en nuestra web de forma clara, transparente y atractiva.
Este paso es esencial para que los clientes tengan una referencia visual precisa de lo que van a adquirir, reforzando así su confianza en nuestro proceso.
Paso 6: revisión previa al envío
Una vez el equipo ha sido adquirido, realizamos una última revisión técnica antes del envío, donde repetimos pruebas básicas de funcionamiento para garantizar que nada ha cambiado desde su publicación y se realiza un nuevo reportaje fotográfico como evidencia de su estado en el momento del embalaje.
Este control final permite asegurar que el producto llega al cliente exactamente como fue presentado, sin sorpresas ni incidencias.
Un método basado en la fiabilidad, la transparencia y el compromiso
El método Galileo es más que una guía técnica: es una filosofía de trabajo centrada en la calidad, la trazabilidad y el respeto por el entorno científico. Nos aseguramos de que cada equipo reacondicionado pase por un proceso completo, profesional y medible que lo prepare para una segunda vida útil sin comprometer su rendimiento.
Si estás buscando equipamiento científico de segunda mano con garantías reales, el método Galileo es tu mejor respaldo. Porque detrás de cada equipo reacondicionado hay ciencia, experiencia y compromiso.