Entre los instrumentos de laboratorio más conocidos se encuentran las balanzas. El funcionamiento de estas, a grandes rasgos, casi todos lo conocemos. Sin embargo, ante la pregunta, ¿qué es una balanza?, de seguro muchos no quedan bien parados. Y es que este tipo de implementos es más complejo de lo que muchos de nosotros imaginamos.

Por esa razón, en Galileo hemos creado este texto donde te hablaremos más en profundidad sobre qué es una balanza de laboratorio, ahondando en sus componentes y su funcionalidad. Conocer este tipo de implementos nos hace comprender la importancia de todo aquello que conforma un laboratorio, por pequeño y sencillo que sea.

Balanzas de laboratorio

Las balanzas de laboratorio son uno de los instrumentos más utilizados en las investigaciones científicas, por lo tanto se convierten en algo imprescindible a la hora de conseguir los resultados que los expertos quieren alcanzar. Son elementos de pesaje cuyo funcionamiento no es automático, por lo tanto hace uso de la gravedad para determinar la masa de los materiales.

Su composición es muy sencilla. Consta de un receptor de carga, denominado plato, donde se deposita todo aquello que se busque medir. Además de una célula de carga que mide la masa a partir de la fuerza o peso ejercida por el cuerpo sobre el receptor de la carga. El resultado o indicación, entonces, se verá reflejado en un dispositivo indicador.

La balanza de laboratorio uso suele ser imprescindible en operaciones químicas, analíticas y de formulación en industrias y en laboratorios de las más altas calidades. Hablando de la exactitud y precisión de sus resultados es necesario que la balanza sea calibrada para trabajar siempre conforme al sistema de calidad.

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Para ello, se recomienda que la calibración sea realizada por laboratorios acreditados por las autoridades de salud. Esto se convierte en algo fundamental, sobre todo si se quiere un buen control de calidad en todos los productos con lo que estamos trabajando. El proceso de medición, de esa manera, no es algo tan importante sino la precisión y fiabilidad del resultado y que la persona encargada conozca bien los diferentes conceptos estadísticos y metrológicos.

Existen diferentes tipos de balanzas que podemos encontrar en los diferentes laboratorios científicos, los cuales difieren entre sí mediante el diseño, los principios utilizados y los criterios de metrología que se utilizan. En la actualidad existen dos grandes grupos de balanzas: mecánicas y electrónicas.

Entre las balanzas mecánicas podemos encontrar las de resorte, las cuales funcionan, como su nombre lo indica, utilizando resorte. Consiste en analizar la fuerza que ejerce un resorte proporcional a la constante de elasticidad del resorte, multiplicada por la elongación del mismo. Por lo tanto, mientras más grande sea la masa que se coloca sobre el plato, mayor será la elongación.

De igual modo nos encontramos con la balanza de pesa deslizante, la cual dispone de dos masas conocidas que se desplazan sobre escalas, la primera con graduación macro y la otra con graduación micro. Cuando se coloca una masa se conoce su peso deslizando las masas sobre las escalas mencionadas hasta que todo quede en equilibrio.

Las balanzas electrónicas, por su lado, involucra un objeto a pesar, un traductor de medida y un circuito electrónico análogo digital, que en conjunto muestra el peso en forma digital. Este sistema, aunque digital, funciona con palancas, apoyos y guías, que ofrecen una mayor precisión al resultado.